ENTREVISTA A JESÚS OLMEDO

                            Mi meta es ser simplemente feliz

Las palabras de Jesús Olmedo emanan entusiasmo. Desde pequeño, creaba sus propias pistolas y espadas. Así que ahora con Hispania se siente cumpliendo todos los sueños que tenía cuando era pequeño. Todos sus movimientos le llevaron en esa dirección. Le gusta su profesión, pero no la cambia por un paseo por el parque con su sobrina. El fin último de su vida es disfrutar el camino y si finalmente su meta está lejos de la interpretación, pues será igualmente feliz. Habla con pasión de un oficio que le ha dado la popularidad gracias a sus trabajos televisivos en series como Hispania o Hospital Central. En el cine, es el Hombre de Negro de La Sombra Prohibida, que acaba de llegar a los cines. Con el protagonista de 90-60-90 habló La Españoteca en una entrevista exclusiva.

Ya sabemos que no se puede avanzar mucho, pero háblanos de `El hombre de Negro´...

Es un tipo que está entre las sombras. Ya en la primera parte se perfilaba un poco el personaje, pero aparecía un poco de fondo. Es el que realmente desencadena los hechos y vamos a ver que las apariencias engañan Es un personaje que da un giro, se encuentra en la maldad y la bondad. No sabemos por donde va a salir el personaje. Y hasta aquí puedo leer, que diría Mayra Gómez Kempt.

¿Cómo te sentiste cuando te ofrecieron participar en La Herencia Valdemar?

Para empezar, pura aventura. Creo que es algo inédito rodar a la vez primera y segunda parte de una película y más de esta envergadura. El guión era fascinante. Pensar que habría un monstruo, unas invocaciones a espíritus y una historia entre dos épocas. Además, el reparto es espectacular y descubrir a José Luis Alemán que es un ser adorable. Tuve una comida con él y,desde entonces, ya supe que quería participar en la película. Es maravilloso ver a alguien con tanta pasión por su profesión, con ideas tan buenas. Todo ello me hizo pensar que había que estar en una película así.

¿En qué crees que se diferencia de la primera parte?

La primera parte fue una película mucho más tranquila con un tono muy pausado. Te dejaba abiertos muchos frentes: una gran historia de amor en el pasado y algo que va a ocurrir en el presente, pero que realmente no se desarrolla hasta esta segunda parte. Ahora, todo se resuelve y hay mucha más acción y aventura. Todo lo que te esperas que va a pasar en la primera, ocurre en la segunda. Queda bastante cerrada, pero deja una puerta abierta a una posible tercera entrega. Esta creo que es mucho más dinámica y que puede llegar más directamente al público.

¿Qué se te pasó por la cabeza cuando te ofrecieron hacer Hispania?

No me podía creer que en España se pudiera hacer una serie así de romanos. No era hacer una serie pequeñita, sino recrear lo más fielmente posible la época. Es una serie de entretenimiento, pero con un punto de partida totalmente histórico. Se parte de hechos reales y a partir de ahí se desarrollan las tramas. Se han construido decorados totalmente fidedignos como un campamento romano. Pensé en la suerte de trabajar en un proyecto así con un personaje que es un regalo. Me ha tocado un malo lleno de matices, nada estereotipado. Con Hispania he conseguido cumplir todos los sueños que tenía de pequeño: hacer de malo y encima vestido de romano. Siento que me ha tocado la lotería haciendo esta serie.

Lluis Homar o Roberto Enriquez son parte del elenco de lujo de la serie, ¿Cómo es trabajar con ellos?

Es una buena parte del regalo. Con Rober ya tuve la suerte de trabajar en otra serie, en la que, curiosamente, también hicimos del personaje bueno y el malo. Ahora, he descubierto lo que es trabajar con Lluís Homar. Yo idolatraba a Lluis como actor y ahora poder trabajar con él es todo un aprendizaje continuo. Me siento con un maestro delante cada vez que abre la boca e incluso cuando no lo hace. He tenido muy buen feeling con él desde el principio, fue amor a primera vista. Adoro a Lluis Homar y a todo este elenco tan maravilloso. Además, los guiones son muy buenos y tiene unas localizaciones y unos medios impresionantes. Creo que no tiene nada que envidiarle a las superproducciones americanas. Está quedando un producto muy cinematográfico, pero muy fácil de ver en televisión. Yo creo que el público se ha dado cuenta de eso y por eso nos está apoyando.

¿Hubo un momento en el que decidiste ser actor?

No recuerdo un momento concreto en el que decidí dedicarme a esto. De hecho, no sabía ni que se podía estudiar Arte Dramático. Yo recuerdo que me disfrazaba con cualquier cosa. Cogía un palo de escoba y me hacía una pistola. Recuerdo que yo quería crear yo mismo la pistola. De pronto, descubrí que se podía vivir de esto. Me apunté a estudiar Arte Dramático en la RESAD de Sevilla y , desde entonces, me dedico a esto. No me veía haciendo otra cosa, otros mis movimientos me llevaban en esa dirección. Decidí seguir en esto y no nadar a contracorriente.

¿Hay tiempo para más proyectos además de Hispania en los próximos meses?

Es una serie muy complicada de rodar en todos los aspectos. Exige un esfuerzo físico considerable. Rodamos a 45º en verano y hace poco rodé una escena a -2º en calzoncillos. Extremadura es muy extrema y dura, desde luego. Solo podría compaginarlo con alguna colaboración esporádica en cine.

Si miro hacia el futuro me gustaría verme feliz. Es un trabajo que me apasiona, pero mi intención es simplemente ser feliz. Si llega un día en que soy feliz vendiendo hilos, pues montaré una tienda de hilos. Si miro hacia el futuro, igual me pierdo el presente. Se trata de disfrutar el camino, ya que la meta aún está muy lejos.

¿Está el teatro entre tus prioridades?, ¿Tendremos la suerte de verte encima de un escenario?

Insisto en que dependerá de lo que me haga feliz. Cuando llegue el momento en el que no me apetezca estar delante tuyo hablando de una película con la pasión con que lo hago, dejaré esto sin lugar a dudas. No cambio un paseo por el parque con mi sobrino por un gran aplauso del público. Mientras me siga apasionando este trabajo, seguiré ahí. Lo de `morir con las botas puestas´ , según como vayamos viendo.

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