Cuando se habla de algo durante tanto tiempo con tanto entusiasmo, son muchas las expectativas que se crean alrededor de ello. Llevamos meses oyendo hablar de la película Secuestrados, que ha ganado premios y reconocimientos en medio mundo.
Secuestrados nos muestra uno de esos secuestros express, que tan de actualidad están por casos como los de José Luis Moreno. Se presenta como una cinta terrorificamente realista. Aquí no hay monstruos ni seres del inframundo. Una banda organizada, con un español entre sus filas cuya identidad conocemos desde el principio, secuestra a una familia acomodada cuando estos se deciden a cambiar de casa y comprarse en `casoplón´ de esos de urbanización de las afueras.
El envoltorio es lo más atractivo, con un montón de planos secuencias, uso de la pantalla compartida... La historia tiene cierto tufillo a tvmovie de sobremesa, esa es la verdad. El guión no es precisamente la clave de la película. La película tiene tal cantidad de violencia que te `insensibiliza´ ante el desafortunado final. Poco debería decir de la escena inicial, simplemente pido a los que no la hayan visto que piensen en el principio de la película cuando la película acabe. Les dejo que intenten desenmarañar el caos narrativo que se nos plantea tras ver la cinta.
La música, a base de recursos sonoros varios y de la canción que escucha la protagonista, ayuda a meterse en la historia hasta cierto punto.
En el apartado interpretativo estaba el mayor logro de la cinta. Es ahí donde gana enteros gracias a los trabajos de los tres protagonistas. Se ha hablado mucho del trabajo de Manuela Vellés. Está claro que la preparación física y emocional ha sido impresionante, por lo que merece toda clase de elogios. Ana Wagener recrea a una madre mucho más ` contenida´, pero no por ello menos sufridora que su hija. Wagener es una de esas actrices que hasta en papeles de lo más secundarios, véase su trabajo en Biutiful, deja un innegable sello de la calidad en cada trabajo. Cosa similar le ocurre al omnipresente en la cartelera Fernando Cayo que vuelve a lucirse al encarnar al padre de la familia
Por último me gustaría referirme a la acertada campaña online de la película. Se ha sabido vender muy bien gracias al juego y diversos sorteos en la red. El problema es que en los medios tradicionales, el empuje publicitario de la cinta ha sido más bien escasito. Publicitar la película en Gran Hermano no creo que sea precisamente un acierto. Más atinada fue la promo en Buenafuente. También se han quejado muchos espectadores de la mala distribución de la cinta. No se ha estrenado en grandes cines y además en muchas ciudades es necesario trasladarse a las afueras para poder disfrutar de la cinta. Es una pena por el poder de atracción que podría haber tenido la cinta con mejor promoción y distribución entre buena parte del público. Un intento fallido de atraer a los espectadores a ver nuestro cine.
Miguel Ángel Vivas ha afirmado una película simplemente correcta en la que gracias a unos intérpretes de primera fila y el , en ocasiones, acertado uso de ciertos planos ha conseguido dar algo de solvencia a una película en la que el guión no es precisamente su fuerte.
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